El uso de los cuentos como metáforas para trabajar la educación en valores, es uno de los aspectos más trabajados en las etapas escolares, especialmente en las más bajas.
Son muchos los blogs dedicados a clasificar, de alguna manera, todos los posibles recursos en formato papel, que pueden ser utilizados para trabajar con los más pequeños. Uno de ellos, es este blog.
Hace unos meses Carmen, de la editorial Graó, me envió la ficha de este libro. Y desde que leí su portada ya me pareció que de alguna manera me estaba llamando.
Dejé su lectura para saborearla en el verano. El tema emocional es uno de los que más me preocupan para trabajar con el alumnado de cualquier etapa educativa.
Primero, porque cada día son más los casos en los que los conflictos emocionales, suelen estar de fondo en sus dificultades escolares o comportamentales.
Segundo, porque cada día soy también más consciente de lo poco formados que estamos los profesores para ello y de los escasos recursos que tenemos para ello.
Eva Martínez Pardo nos presenta en el libro
"Bajo la piel del lobo", una lectura muy interesante sobre el papel que desempeñan los cuentos tradicionales, a la hora de educar en emociones a los más pequeños.
Así explica como, aunque en un principio la finalidad de los cuentos era conservar las historias transmitidas de manera oral en las diferentes sociedades, hoy en día a nivel educativo los consideramos una herramienta básica para transmitir valores.
A su vez nos presenta como los cuentos tradicionales, permiten al niño vivenciar y experimentar toda una serie de miedos y angustias internos, a través de los diferentes personajes que se recogen en los mismos.
Tal y como ella describe, cada niño tiene una historia vital propia. Un nivel evolutivo diferente así como una personalidad distinta y también un desarrollo madurativo determinado, todos ellos marcados por lo menos factores ambientales que le rodean. Todos estos aspectos, así como por el momento en el que un niño disfruta de la lectura de un cuento tradicional; son determinantes para que cada uno de ellos realice su propia interpretación personal.
Y como bien dice la autora del libro, depende de los educadores la manera en que los niños son capaces de absorber el mensaje interno que se recoge en este tipo de cuentos y que se centra en los miedos nuclares propios de la etapa infantil. Ya que nuestra función debe limitarse a acompañar al niño en su lectura, dejándolo experimentar las emociones que le reproducen así como representarlas tanto con el lenguaje corporal como con el verbal. Será ésta la única manera de que el niño realice un aprendizaje propio sobre la experiencia, que le servirá para su vida.
Por tanto, como educadores, tenemos la responsabilidad de acompañar al niño en esta lectura, dejándolo experimentar libremente todas las emociones que el mensaje le produzca y haciéndolo saber que la acompañaremos independientemente de las mismas. Para lo que es esencial que hayamos realizado previamente, un ejercicio de autoconocimiento personal de nuestras propias emociones.
Utilicemos los cuentos para poner nombre a todo ese mundo terrorífico de miedos que tienen los niños y que nosotros hemos experimentado previamente en nuestra propia infancia.
Citando la profesora: "Si alienamos al niño de su experiencia interna porque nos parece aberrante imaginamos lo nocivo que puede resultar tenerla guardada en secreto durante tantos años. En el mundo de las emociones evitar nunca curan más bien al contrario fortalece miedos que volverán a surgir más adelante de una manera no elaborada. Muchas de nuestras emociones como adultos no tienen los mismos años que nosotros son todavía emociones infantiles que utilizamos con nuestro cuerpo y nuestros argumentos de adultos. Los cuentos de hadas ponen nombre a todo ese mundo sombrío y terrorífico."
Además, Eva nos aporta en este libro las diferentes visiones que existen de los cuentos tradicionales, en función de los diversos autores que han plasmado esas historias en formato de cuento. Y como en cada una de las versiones, la historia ha ido cambiando. Un aspecto muy interesante que invita a documentarte más sobre este tema.
Me quedo con un libro subrayado de arriba a abajo y muchas ganas de más.
Ya estoy esperando que alguien se anime a contar con Eva para cursos de formación en mi comunidad y a seguir buscando información sobre este tema.
Da gusto cuando encuentras material que te hace reflexionar de verdad.